Hoy maté la tarde enfrascada en una discusión con una prima Veggie... Y aun con todo lo que ella pueda alegar nada revoca el placer casi orgásmico de comerse un hermoso y suculento filete, medio crudo y sanguinolento le dirían algunos; para mí jugoso y simplemente delicioso.

Me divierte pensar que hay tanta gente que no come carne y adopta la verde demacración de una lechuga mustia sólo por el simple hecho de que una vaca sufre, o un conejo es tierno... Sin respetar el eterno ciclo de la vida del que hablaba el sabio papá de Simba en el "Rey León", come y seras comido... Lo sabemos, no se priven ¡COMAN!

Al fin iy al cabo ¿Quiénes más sino nosotros para proveer de alimento a los fámelicos gusanos del cementerio de nuestra municipalidad?

Y yo soy una traidora al movimiento punk de protección a los animales... Prefiero serlo y morir bien alimentada. Comer no es crueldad.