Disfruto de sentarme en un lugar alto a sentir la brisa, a oler la ciudad. Sentir las vibraciones del edificio, oir los pasos de la gente. Observar. Sólo mirar y escuchar. Sentir la brisa fría en mi cara y el murmullo del resto de los humanos a mis pies; podrían pensar que estoy loca o que soy de costumbres extrañas, pero me gusta estar al margen o diciendólo de otra forma, mirar del otro lado del cristal y ver todo lo que los demás no siempre pueden ver.

Oir los ruidos de la ciudad es placentero para mi, carros, a veces algún helicóptero, voces, ruidos que escapan de cualquier actividad humana. Si abro bien mi mente y mis oidos descubro muchas cosas. Mi aprendizaje trivial y descartable de cada día, como leer la etiqueta de atrás del shampoo. No sirve para nada, morirás tan ignorante como si supieras que significa tu vida.

Perderme, es mi actividad favorita. Bajar el interruptor y quedarme en mi mundo; ahi donde nadie más que Yo puede entrar, jugar con mi alter ego y mis sueños, mis delirios de grandeza o de persecusión aun no estoy segura. Ahi olvido todo, sólo se que soy yo misma y nadie podrá herirme o intentar cambiarme, estaré segura y en paz. Estado que sólo puedo lograr en mi sueño.